12 de enero de 2011

LA PIRAMIDE DEL ÉXITO (I)

John WOODEN



FOTO KAREEM ABDUL-JABBAR Y JOHN WOODEN

Todo un icono del deporte norteamericano, Wooden es recordado por ser el creador de "la pirámide del éxito", sustentada en los principios de diligencia, amistad, lealtad, cooperación y entusiasmo.

La idea de la pirámide del éxito surgió durante mis días de escuela junto con dos compañeros.

            Uno de mis profesores, L.J. Shidler, preguntó una vez en clase, cual era nuestra definición de éxito. Días después nos dijo que todos estabamos en desacuerdo con su idea de éxito. Dijo que todos habíamos coincidido con Mr. Webster definiendo su éxito de un modo u otro como la acumulación de posesiones materiales o el conseguir una posición de poder o prestigio. El dijo que, aunque todo esto era muy loable y sin duda podría dar una idea de lo que es el éxito, creía que éste no era realmente el criterio verdadero. Su opinión era que el éxito sólo podría venir del estado de paz mental, que sólo puede ser adquirido por la autosatisfacción de saber que has hecho todo dentro de tus posibilidades para llegar a ser lo mejor de lo que seas capaz.

            La otra persona que estaba en esta idea era Glenn M. Curtis, mi entrenador en el instituto, que utilizaba lo que el denominaba “La escalera de la realización” en un intento de provocar en sus jugadores un deseo de mejorar su juego. Cinco de los siete puntos que usaba en su “Escalera de la realización” han sido incorporados a mi “Pirámide del éxito”.

            Algún tiempo después de empezar a enseñar y entrenar baloncesto, intenté analizar mis propios objetivos y encontrar algo más significativo por lo cual los estudiantes en mis clases de inglés y los jugadores en mis equipos pueden afanarse más que por conseguir un sobresaliente o marcar más puntos que el otro equipo, para ello retomé las ideas de mi profesor y entrenador del instituto.




            No hay nada malo en intentar sacar un sobresaliente o querer ganar, pero debemos afrontar el hecho de que todos no somos iguales en cuanto a destreza física o mental se refiere, no hemos crecido en los mismos ambientes, no tenemos la misma formación en Inglés o en atletismo y no hemos tenido los mismos medios y facilidades para trabajar. Sin embargo si el éxito y la satisfacción sólo pueden ser conseguidas por sacar una buena nota en clase o por ganar una competición, algunos estudiantes si van a estar satisfechos y desde el momento en que el marcador es el responsable de eliminar los empates, en cada competición deportiva hay un ganador y un perdedor y siempre por tanto una parte de los participantes en la competición no van a estar contentos.

            El creer que estos hechos no eran validos ni justificables, me llevó hacia la “Pirámide del éxito”.

            Antes de analizar esta estructura más profundamente, hay que entender que está basada en mi definición de éxito con relación a la enseñanza al entrenamiento del baloncesto.

EL ÉXITO

            El éxito del entrenamiento o del juego, no debe estar basado en el número de partidos ganados o perdidos, sino en la creencia de lo que cada individuo hace en relación a su propia habilidad y en comparación con otros cuando toman en consideración habilidades individuales, el calibre de los oponentes, el lugar de la competición y otros aspectos de similares características.

            El verdadero éxito sólo puede ser conseguido a través de la satisfacción de saber que has hecho todo dentro de tus posibilidades para llegar a ser lo mejor posible. Además en el análisis final sólo el individuo puede determinar correctamente su éxito. Puedes engañar a otros, pero no a ti mismo, excepto quizás, por un corto período de tiempo.

            Es imposible conseguir la perfección, pero este debe ser el objetivo. Menos del 100% de tu esfuerzo en cada aspecto referente a tu objetivo no es éxito, sin hacer caso de los honores individuales recibidos o el número de partidos ganados o perdidos.

            Todos no somos iguales. Otros pueden tener más habilidad que la que tu tienes, pueden ser más altos, más rápidos, más fuertes, mejores saltadores o superiores en otros atributos físicos; pero nadie debe ser superior a ti en cualidades y características tan importantes, como espíritu de equipo, entusiasmo, diligencia, cooperación, lealtad, determinación, honestidad, sinceridad, fiabilidad e integridad. Consigue y mantén estas cualidades y el éxito está asegurado.

            El diagrama de la pirámide es explicativo por si mismo. De todos modos, quiero enfatizar y señalar algunas de las importantes ideas que he considerado al diseñarlo.


            Cualquier estructura debe ser construida sobre una sólida base y los vértices de esa base son su parte más importante. Observa que los dos extremos de esta estructura son diligencia y entusiasmo. Como ya los discutimos antes no volveremos sobre ellos.

            El corazón de un cuerpo es extremadamente importante y al igual que los arquitectos que han sabido realzar el corazón de los edificios que han creado, yo he seleccionado tres aspectos esenciales: condición, habilidad, y espíritu de equipo, que comprenden el corazón de esta estructura. Estos conceptos han sido discutidos como parte de los cinco principios básicos junto con diligencia y entusiasmo en otro apartado, por tanto no es necesario hacer más hincapié en ellos.

            Aunque se puede dedicar un gran espacio en la pirámide a la individualidad, creo que un breve comentario es suficiente y anima a una persona a dar su pensamiento particular.

            Me gustaría llamar la atención sobre la cima de la estructura. El vértice es el éxito y tal como yo lo entiendo y que he explicado ya en mi definición.

            El éxito no es fácil de conseguir, y los puntos fe y paciencia que están en el vértice así lo demuestran. Debes tener paciencia y comprender que todos los objetivos valiosos llevan tiempo. Las cosas que vienen fáciles, generalmente, no son muy importantes. También es cierto que debes tener fe, si tienes paciencia. En la búsqueda del éxito encontrarás dificultades y debes tener fe si esperas alcanzar tu objetivo.

            Los puntos aplomo y confianza que están relacionados, sobre los cuales está “Grandeza competitiva”, están profundamente entrelazados en el proceso de alcanzar la cúspide. La confianza y el aplomo llegan cuando se está preparado y son requisitos imprescindibles para ser un buen competidor. Aquellos que pierdan la confianza en si mismos seguro pierden su aplomo y se sentirán presionados cuando el camino sea duro. Es fácil encontrar corredores, pero todos los entrenadores están siempre buscando a aquellos individuos que sobresalgan cuando es necesaria una excelente actuación.



JOHN WOODEN

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