BASKET VINTAGE

MI FILOSOFIA DE ENTRENAMIENTO ( III )

John WOODEN

John Wooden como jugador en la

Universidad de Purdue en 1932

OTROS PRINCIPIOS IMPORTANTES

1.   El baloncesto es un juego de hábitos y lleva tiempo y paciencia el adquirir los hábitos buenos y desechar los malos. Una de las mayores faltas de los entrenadores principiantes es la falta de paciencia. Intenta convencer a los jugadores de que nunca se descuida en el entrenamiento porque harán en el partido lo mismo que hacen en los entrenamientos. Concentrarse en el objetivo es un deber.

2.   El entrenador y los jugadores nunca deben llegar a estar satisfechos, deben trabajar constantemente para mejorar. Conseguir la perfección como objetivo, aunque sea duro alcanzarlo.

3.   Recuerda que no es tan importante todo lo que seas capaz de hacer, sino lo bien que lo hagas. Además es mejor para ti enseñarles a hacer unas pocas cosas bien que tener mucho que hacer y sólo poder hacer bien unas pocas. No les presiones demasiado.

4.   No les ates tanto como para quitarles su iniciativa. Deben tener alguna libertad de movimiento, debiendo reaccionar a la iniciativa de un compañero de equipo para así mantener el equilibrio en la cancha.

5.   Intenta un ataque equilibrado que facilite a cada posición un número de oportunidades de marcar sobre el transcurso de un número de partidos, pero no les confundas haciéndolo tan complicado en un intento de mostrar tus propios conocimientos.

6.   No subestimes los pequeños detalles, son las pequeñas cosas las que crean la diferencia. La perfección de detalles insignificantes es a menudo la única diferencia entre el ganador y el perdedor.

7.   Debes prepararte a ganar, siendo un ganador. No podrás preparar a otros si no lo estás tu. La confianza viene cuando se está bien preparado.

8.   Convence a tus jugadores de que la buena forma es a menudo un factor decisivo cuando los equipos están adecuadamente preparados. De todos modos, si el equipo más preparado es capaz de sacar ventaja de su condición, deben mantener la presión al principio del partido para que valga la pena en la última parte. Tus fundamentos, tu aplomo y tu confianza te pueden abandonar en directa proporción a tu fatiga, por ello tienes que conseguir que tu contrario llegue a cada estado de fatiga antes que tu.

9.   Usa el acercamiento positivo y transfórmalo en orgullo en tu propio juego, atacando y defendiendo. Prepárate contra tus oponentes pero nunca te preocupes por ellos. Deja que ellos se preocupen por ti.

10. Presiona en ataque sin balón y defiende antes de que tu hombre obtenga el balón.

11. Da protagonismo a los líderes del equipo y a los atacantes en cualquier oportunidad. Los que marcan son aclamados, pero tampoco hay que olvidarse del resto.

12. El entrenador debe hacer la crítica, pero esta debe ser siempre constructiva siempre. No permitas que ningún jugador, critique o ridiculice a otro compañero.

13. Insiste en que el anotador reconozca la ayuda al que le ha pasado el balón permitiéndole así marcar, así como a cualquier otro compañero que haya hecho una bonita jugada.

14. Analízate a ti mismo constantemente al igual que a tus jugadores y rígete por el resultado de tu examen.

RASGOS PERSONALES Y HABILIDADES DEL ENTRENADOR

El entrenador que realmente quiere llegar a lo más alto debe tener los siguientes rasgos y características.

CUALIDADES PRIMARIAS:

Diligencia: Esto ya fue expuesto anteriormente.

Entusiasmo: Esto también ha sido discutido en otro punto, pero debemos constar que el entusiasmo llega cuando pones el corazón en tu trabajo.

Simpatía: El entrenador debe tener afecto hacia los jóvenes y ser un considerado con sus necesidades y sentimientos. El debe estar cerca de sus jugadores por si tienen problemas.

Juicio: El entrenador debe ser extremadamente cuidadoso en su juicio y considerar todos los aspectos bajo la luz clara del sentido común. Debe tener una discreción y un tacto comparables a los de Salomón. Un sentido de valores en relación a los hombres, partidos, técnicas y entrenamiento es un deber para él.

Autocontrol: Debe mantener sus emociones bajo control para ser capaz de pensar claramente en cualquier momento. El puede hacer esto y continuar siendo un luchador que permite que sus jugadores sepan que está con ellos en todo momento. Tiene que imponer claramente la disciplina a veces, pero siendo claro y sin rencor o le perderán el respeto. Debe mantener su aplomo.

Seriedad: Debe ser sincero y honesto en cada momento de su trabajo. Podría fallar en conocimiento y técnica y continuar adelante, pero su destino será peor si pierde en honestidad y sinceridad.

Paciencia: La falta de paciencia es posiblemente el gran fallo de los entrenadores principiantes. No esperes demasiado en algunos aspectos, el progreso llega lentamente. La implantación de nuevos hábitos y la ruptura con los viejos no son propuestas que cambien rápidamente.

Atención al detalle: La perfección de los pequeños detalles puede ser la diferencia entre el éxito y la derrota.

Imparcialidad: Esfuérzate para que cada jugador tenga su oportunidad y asegúrate de ello. Da a cada jugador el trato que merece.

Integridad: Un hombre que no es honesto no tiene sitio en el desarrollo de nuestra juventud.

CUALIDADES SECUNDARIAS:

Afabilidad: Un entrenador debe ser afable y cordial.

Apariencia: Mantén una apariencia limpia.

Voz: Aprende a hablar con claridad y firmeza para conseguir captar la atención.

Adaptación: Se lo bastante flexible como para adaptarte al medio y a la ocasión.

Cooperación: Debes cooperar con la universidad, la administración, el departamento de deportes, el equipo y la comunidad.

Firmeza: Mantén tus ideas con firmeza, pero no imponiéndolas.

Corrección: Debes ser correcto en tu elección de los hombres, en tu juicio, en la técnica y en tus reacciones frente a situaciones inesperadas.

Vigilancia: Debes estar alerta ante las situaciones débiles o fuertes en tus contrarios o en tus propios jugadores y hacer rápidamente las correcciones necesarias.

Fiabilidad: tus jugadores deben saber que dependen de ti, así como tus colaboradores.

Buena disposición: Piensa más a menudo positiva que negativamente. El optimismo da confianza y valor.

Resolutividad: Cada individuo y cada equipo presenta diferentes problemas: psíquicos, morales, físicos, sociales y espirituales. Afróntalos según sea cada uno.

Visión: Facilita a tus chicos un incentivo real, una imagen posible.

Estos rasgos y habilidades primarios y secundarios, junto con los 10 puntos del tema “El entrenador como profesor”, los 5 básicos, y otros importantes principios que he nombrado; suponen una base de mi pensamiento como entrenador, que espero sea de ayuda para otros. Podría haber enunciado Disciplina de Enseñanza, Organización de Cancha y Conocimiento del Baloncesto, dentro de “Rasgos Primarios” y Esfuerzo por Mejorar y otros bajo “Rasgos Secundarios”.

JOHN WOODEN