5 de julio de 2011

EL PAPEL DEL ENTRENADOR (II)
Sandro GAMBA




Entrenar un equipo es sólo parte de nuestro trabajo, la más importante y debemos estar dispuestos a llevarla a cabo. No puedes aprender estas cosas leyendo libros, sino viviendo tu vida. Al principio de tu carrera tienes que crear tu propio estilo, no puedes ir a ver a un entrenador  y entonces decirle: “Jugaré de este modo”, porque tu no estás seguro de poder entrenar como ese entrenador. Lo primero es elegir un estilo que esté en sintonía contigo mismo. Cuando esta llama se extinga, dejaré de entrenar.

            Debes aprender como tener un alto nivel de concentración porque el juego y el entrenamiento son las partes más importantes de nuestro trabajo y no debes estar despistado nunca. Debes estar concentrado en lo que estás haciendo, en lo que está sucediendo en la cancha, porque la concentración te ayuda a tomar las decisiones adecuadas.

            Debes ser capaz de “olvidar” el partido cuando acaba, tanto una victoria como una derrota. Debes ser capaz de quitar al especialista tirador si así lo decides después de meditarlo. Aprendí esto con la selección porque en torneos internacionales jugamos un montón de partidos en pocos días. En las Olimpíadas del 84 jugamos los primeros cuatro partidos en cuatro días. Jugamos un partido por la noche que acabó a las 11:00 p.m.; después fue el control antidopping y Meneghin hizo su trabajo hasta las dos de la madrugada; al día siguiente jugamos a las cuatro de la tarde ( el reglamento dice que no puedes jugar dos partidos en 24 horas). Entrenamos por la mañana, jugamos a primera hora de la tarde. Tuvimos que cambiar nuestro ritmo de vida y trabajar en condiciones especiales.

            Después del partido, quitamos al especialista tirador y empezamos a pensar en el día después del partido, empezando por la organización del entrenamiento de la mañana. El entrenador debe estar siempre en buena forma: si vas a la cancha en baja forma los jugadores se reirán. Esto es otro ejemplo a dar a tus jugadores. La buena forma física ayuda a la buena forma mental. Esto ayuda a superar el estrés mental. En la selección hay un gran estrés con los partidos. Si no estás en buena forma, al tercer partido estás más cansado que los jugadores. Debes ser capaz de relajarte, aprendiendo algún ejercicio: para mí es simple, porque es suficiente ir a mi oficina y hacer lo que me gusta. Mi hobby es escuchar música o leer algún libro interesante. No puedo relajarme todo lo que quisiera, pero el relax es importante debido al estrés. Si estoy en buena forma puedo dar lo mejor de mí mismo, si no estoy en buena forma estoy nervioso.

            La organización del entrenamiento es importante: debes aprender esto: tengo todos mis entrenamientos en un bloc de notas porque al final de la temporada suelo leerlos revisando los errores que he cometido. No tiro nada nunca. Tengo todos los discursos de los partidos en mi bloc de notas porque quiero ver donde me he equivocado si es que lo he hecho. Suelo hacer entrenamientos tediosos. Al principio de la temporada, hago entrenamientos largos y aburridos, al final de la temporada el entrenamiento es más tedioso pero no tan largo. Creo en las tácticas, pero no del todo.

            Creo en el talento de mis jugadores y en los que les he enseñado. Antes de cualquier partido quiero sabe todo sobre mis adversarios, sus puntos fuertes y débiles, pero no gasto mi tiempo en tácticas durante los entrenamientos. No tenemos bastante tiempo con la selección, por lo que tengo que elegir el arreglo más peligroso del otro equipo. Utilizo el vídeo, pero no me paso las noches viendo partidos. Quiero ver cosas concretas, a veces 10 veces, pero en poco tiempo. Miro el scoutting que mi ayudante ha escrito: estoy interesado en los hábitos de otros equipos.

            Cada jugador tiene su movimiento favorito y mi obligación es evitar estos movimientos. Durante un partido se dan situaciones imprevisibles y debemos estar dispuestos a manejarlas. Esta es la verdadera fuerza de un entrenador. Si un jugador del otro equipo está imparable, debemos ser capaces de adaptarnos a esta situación.

            Suelo entrenar 5 o 6 horas antes del partido. Doy a los jugadores las soluciones exactas con la selección. Con los clubes hago esto en el vestuario antes del partido. Debes tener una buena relación con tu ayudante; yo he tenido suerte porque en mi carrera siempre he escogido buenos ayudantes, algunos mejores que yo y que siempre me han ayudado mucho. Un buen entrenador puede reunir todos los conocimientos de sus ayudantes: esta será la mejor parte de su filosofía. El ayudante debe ser inteligente y honesto con el entrenador. Yo suelo decir a mis ayudantes: “Durante los partidos debéis hablar siempre. Dadme consejos siempre: si los adversarios están cansados o nuestros jugadores están cansados, que es lo mejor que hay que hacer en ese momento, si es mejor para nosotros pedir un tiempo muerto. La última decisión es mía”. El ayudante puede siempre darme el consejo oportuno. Lo más importante es que el entrenador tome la última decisión porque el tiene la responsabilidad. Nunca digo: “Me equivoqué porque el ayudante me dijo que cambiara a aquel jugador”.

            El discurso del vestuario no debe durar más de 15 minutos; mis jugadores saben lo que tienen que hacer y durante la larga temporada están cansados de escuchar comentarios. Debes decirles lo más importante del modo más directo. Hablo sobre la defensa que quiero: sobre-marcar la línea de pase, defensa en todo el campo o medio campo. Entonces hablo sobre el ataque: recuerdo la táctica y la más útil para ese partido. Hablo sobre los errores que tenemos que evitar. La última cosa es la motivación: sólo una frase, la correcta en el momento correcto. Minutos antes de empezar llamo a los jugadores para decirles dos cosas importantes. Les digo esas cosas del entrenamiento del día anterior y del vestuario.

            ¡Ellos no pueden olvidar esas cosas!

            En el descanso del primer tiempo, hablo a mi ayudante que me da sus opiniones. Hablo con el doctor para saber sobre la situación de los lesionados, después entro en el vestuario. Hablo con los jugadores durante 5 minutos, les cuento los cambios en la táctica, lo importante y nada más.

No más de cinco minutos. Los errores de los árbitros no tienen que molestarte. En mi opinión, muchos entrenadores enloquecen con los árbitros. Yo protesto contra los árbitros, a veces corro detrás de ellos, pero sólo por cinco segundos. Cuando el partido se acaba, les estrecho la mano y me voy. Nunca he sido descalificado por hacer algo después del partido. He sido descalificado por cosas sucedidas en el partido. No pierdas tu concentración, de la mala relación con los árbitros salen un montón de errores.

            Cuando entro en el vestuario el jugador debe estar dispuesto a escuchar. Es difícil porque al final del partido no hay muchos jugadores capaces de entender. Hazles esto: discursos cortos después de los partidos, esto es importante. El entrenador debe ser objetivo porque nadie está seguro de decir las cosas correctas después de un partido.

            El análisis completo viene 24 horas después cuando todo ha terminado, tanto en la victoria como en la derrota, después que veo el partido en la televisión. Puedo encontrar las palabras adecuadas y dar los consejos correctos.

            Yo hablo sobre las críticas en el vestuario o en la oficina: no es correcto hablar a los periodistas sobre esto, yo lo he hecho algunas veces pero estuve equivocado. Suelo decir todo delante de los jugadores, quiero tratar a todos de la misma manera. Un hombre famoso me dijo una vez: “Seguro que no has tratado a Meneghin como a los otros”. Estaba equivocado: cuando he tenido algo que decirle a Meneghin, se lo he dicho. Meneghin dijo en una entrevista unos días después: “La mejor cualidad de un entrenador es su sinceridad: cuando el debe decirte algo, te lo dice delante de otro jugador de buenas maneras”.

            Si tu puedes hacer esto, te sentirás mejor contigo mismo, más honesto.

            Debes encontrar las soluciones técnicas correctas. Intenta no decir: “Ganamos porque tal jugador marcó 30 puntos, el otro hizo una buena defensa”. Porque los otros jugadores no son escobas, ellos han ayudado a lo largo de todo el partido para que ese jugador pueda marcar 30 puntos.

            Intenta encontrar las notas técnicas con los periodistas. Generalmente dejo el vestuario el último porque quiero ver que hacen los jugadores después del partido. Hablo con el doctor, para saber si durante el partido ha sucedido algo grave que pueda influir en el entrenamiento siguiente, hablo con el preparador, que generalmente es buen amigo de los jugadores.

            Nunca critico a los otros entrenadores porque pienso que el buen comportamiento es lo más importante en este trabajo. No me gustan algunos de ellos pero esto lo dejo en mi interior.

            Creo en el progreso de los jugadores. He visto a jugadores mayores de 30 años, progresar física y técnicamente. En baloncesto, un jugador puede aprender un movimiento aunque sea mayor de 35 años, si tiene ganas de mejorar. Debemos tomar algo de cada partido y cada entrenamiento para mejorar a nuestros jugadores y a nosotros mismos. Nuestro trabajo no es sólo el entrenamiento o el partido, están las bromas con los jugadores, cientos de horas en los hoteles … Recuerda que somos los “líderes” buenos o no, pero siempre tenemos que dar ejemplo. Para ello debemos explicar nuestro estilo de juego y el modo de trabajo. Talento físico y actitud mental son partes de un show atlético: estos son los factores más importantes de un jugador de baloncesto. Si un entrenador sólo toma en cuenta uno de estos dos aspectos, no es un buen entrenador. Es algo difícil de hacer.

            El entrenador debe tomar ventaja desde sus propias actitudes. Tenemos que mediar con las estadísticas, otros trabajos no tienen que hacerlo. Los errores de los médicos pueden acabar en un cementerio. El entrenador es criticado por los periodistas, los fans. Amo el baloncesto y cada día trato de mejorarme a mí mismo.

            Ya soy viejo y me cuesta pero cada día trato de superarme, dando lo mejor de mi en cada ocasión.

            Tengo algo en mi interior. Soy afortunado porque he tenido la oportunidad de jugar durante mucho tiempo: he jugado en los dos grandes equipos de Milán: Borletti y Simmenthal. He jugado con la selección y la he entrenado, por ello creo que se lo que es la camiseta azul. Adoro al equipo nacional porque me hizo famoso y me dio la oportunidad de ganar dinero. Amo el baloncesto. Intenta ser tu mismo, no imites a los grandes entrenadores, intenta entrenar con tu propio estilo.   


REGLAS DE ENTRENADORES

COMO CONVERTIR LAS PALABRAS EN ACCIÓN.




  1. HAZ MAS QUE DECIR QUE ERES UN ENTRENADOR, DEMUÉSTRALO
  2. HAZ MAS QUE MANDAR, ACEPTA LAS RESPONSABILIDADES.
  3. NO SACRIFIQUES LA LEALTAD AL EQUIPO, ENSÉÑALO A TODO EL MUNDO.
  4. PON LA CIENCIA DEL BALONCESTO EN TI MISMO, ENSÉÑALO A TODO EL MUNDO. 
  5. HAZ MAS QUE BUSCAR EL TRABAJO EN EQUIPO, ANÍMALO CON LAS MOTIVACIONES CORRECTAS. 
  6. HAZ MAS QUE RECONOCER EL TALENTO DE UN JUGADOR, AUMÉNTALO. 
  7. HAZ MAS QUE BUSCAR LA FORMA FÍSICA, INSISTE EN ELLA. 
  8. CREA REGLAS DE EQUIPO: APLÍCALAS EN TODO MOMENTO. 
  9. NO HABLES A LOS JUGADORES, COMUNÍCATE CON ELLOS.
  10. NO PROCLAMES HONESTIDAD, DEMUESTRA QUE TIENES UN EQUIPO.
  11. ADEMAS DE REACCIONAR POSITIVAMENTE A LA PRESIÓN DEL JUEGO, SE TRANQUILO Y AFRÓNTALO.
  12. SI TIENES QUE AFRONTAR UN RETO, ACÉPTALO Y DISFRÚTALO. 
  13. NO SUEÑES CON GANAR. TRABAJA PARA GANAR. 
  14. NO CONTAR VICTORIAS Y DERROTAS. ANALÍZALAS. 
  15. HAZ MAS QUE PROCLAMAR TUS IDEAS. DEMUESTRA QUE EXISTE UN EQUIPO.



 SANDRO GAMBA 1985
MIEMBRO DEL FIBA HALL OF FAME 2006

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