10 de octubre de 2011


Entrevista
Zeljko Obradovic

 “Solo los tontos no cambian nunca”


En una amplia entrevista el entrenador con más trofeos de Europa habla sobre su brillante carrera, las personas que le han ayudado, los grandes jugadores que ha entrenado y que ha formado, los amigos que le importan tanto, la familia, costumbres, etc.

               
¡Si en el baloncesto europeo existieran los anillos del campeón por todos los títulos, en los dedos de Zeljko Obradovic no habría más lugares! Ocho títulos de campeón de Europa con cuatro clubes (Partizan 1992, Juventud 1994, Real Madrid 1995, Panatinaikos 2000, 2002, 2007, 2009, 2011) junto con dos Copas Saporta, sin mencionar los campeonatos locales y otras competiciones con la selección...  En la entrevista para NIN Obradovic habla de todo, pero su misterio de éxito no puedes descubrirlo hasta final. A lo mejor, la buena definición sería que él hace todo lo que hacen los demás, pero mejor.

Empezaremos desde el principio. ¿Por qué el baloncesto?
Porque soy de Cacak y esta ciudad ha tenido grandes jugadores como Radmilo Misovic y Dragan Kicanovic,  por esto desde mi juventud he amado más al baloncesto.

¿Cuál ha sido los momentos claves en su vida deportiva como jugador?
Han sido varios. He debutado para el primer equipo con 16 años, pero no he tenido mi puesto constantemente y en 1978 quería marcharme a un club más pequeño para jugar más. Por mi suerte, al Borac, tras el Campeonato de mundo en Manila, donde la selección de Yugoslavia gana la medalla de oro, su entrenador era el Profesor Aleksandar – Aca Nikolic. Rápido me convenció para que no me marchara.
Le hice el caso, igual que muchas veces más en mi vida, y he comprobada que sus consejos han sido muy valiosos y mis decisiones adecuadas. El otro momento importante ha sido mi salida al Partizan, en el año 1984, con Kicanovic como el director del club, me ha llamado y sabia que si quería avanzar, tenía que irme. Me acuerdo que el cambio ha sido muy complicado, en estos tiempos los jugadores han sido la propiedad de los clubes. Mi padre tuvo que ir a la Federación Yugoslava para que me permitieran irme y quién sabe si no me hubieran dejado marchar que hubiera pasado.

¿Cómo de difícil ha sido abandonar a Cacak?
Yo estaba preparado para ello, pero en realidad, nunca me he ido del todo de Cacak. Desde 1984 no vivo allí, pero aprovecho cualquier ocasión para visitarla, en cuanto puedo. Tengo ahí mis amigos, bonitos recuerdos y una feliz infancia, ahí me enamore de baloncesto y empecé a jugar, ahí formé mi familia.

¿En Cacak, de alguna forma se inicio su carrera como entrenador?
Si, porque desde la juventud he empezado a apuntar los entrenamientos que hemos realizado y los ejercicios que hemos practicado. Muy pronto he entendido que el baloncesto no me interesa solo como a jugador, sino como una parte técnica. Con 22 años he entrenado a chicos de 13-14 años en los colegios cercanos a mi casa.
¿Cerca de Cacak está Zlatibor…?
Esto con Zlatibor vino después. Un sito precioso, durante muchos años llevé ahí mi equipo (Panatinaikos) a la pre-temporada. Hace 15 años compre ahí a mis padres un piso, pero no he dormido allí nunca porque siempre estoy en el hotel. Mis padres, han ido mucho mientras mi padre vivía, ahora mi madre va mucho menos.

EI cordero no está nada mal….
No soy un apasionado de cordero. Me gusta más kajmak y jamón de Zlatibor. Y aguardiente de Zlatibor “cura” mejor que un medicamento…

Cuando mencionamos Cacak y amigos desde la juventud, ¿muchas veces en las competiciones importantes estan a su lado?
A mi me supone mucho su presencia. Estoy seguro que muchas veces harían para mi lo que hago para ellos, si la situación fuera al revés.

¿Es verdad que Usted ha sido, justo en Zlatibor, el que ha descubierto a Predrag Danilovic?
Si. yo he sido el descubridor del jugador de Partizan, pero por entonces era alumno de la Escuela Superior de Entrenadores y tenía un Campus obligatorio en Zlatibor. Ahí venían unos chicos del “Bosna”, entre los cuales detecté a un jugador delgado que mostraba mucha voluntad y al que se le detectaba el talento enseguida. Se lo dije a Dule Vujosevic, que entonces era el segundo entrenador en Partizan y responsable en la búsqueda de talentos, para que prestasen atención a este chico, pero Kicanovic no quiso romper las buenas relaciones que tenía con su amigo Mirza Delibasic que era el director del Bosna. Luego, el club pidió a un jugador -que en la selección compartía la habitación con Danilovic- hablara con él y le tocara el “pulso”… Así Danilovic llegó a Partizan, aunque en el Bosna no le dieron la carta de libertad y tuvo que esperar dos años. En este tiempo ha trabajado mucho y esto le ayudó a ser un jugador completo. La gente no se lo van a creer si les digo que Danilovic ha tenido en estas categorías no la mano “dura”, sino una mano de “piedra”, pero ha tenido una voluntad de hierro. Cada día no paraba el entrenamiento hasta anotar 1.000 tiros. No intentos, sino tiros….

¿Cómo de importante es el talento y que importancia tiene el trabajo?
¡Sin talento no se consigue nada! Os voy a dar un ejemplo. Antes de la Olimpiada en Seúl en 1988 teníamos más de diez test, todo apuntado, los análisis completos… Antes del Mundial en Buenos Aires llegamos a la pre-temporada y Kukoc tuvo un cambio impresionante en dos años. ¿Gracias al talento? NO, gracias al trabajo. Si hoy necesitáis 80 intentos para 50 triples anotados, y mañana anotáis 52, es la consecuencia de trabajo, un trabajo muy duro… El talento solo significa que el jugador más rápido y fácil puede aprender algo.

¿Y la motivación? En España existe la teoría que todos nuestros jugadores han tenido más éxito porque han trabajado duro para irse al extranjero y ganar mucho más que en nuestro país.
Esto no es de todo cierto, nadie empieza a jugar al baloncesto antes de empezar a amar al baloncesto. Y todos tenían que esperar hasta 28 años para irse fuera. Hoy la situación es diferente, los padres desean “materializar” a sus hijos con 15 años y esto no es bueno, hasta en los casos de súper talentos. Si el jugador joven gana pronto mucho dinero, existe una gran probabilidad de que se olvide del trabajo.
  
Es conocida su historia de que en una noche terminó su carrera como jugador e inició su carrera como el entrenador. ¿Vamos a refrescar a los lectores más jóvenes como ha sido esto?

Durante el verano del 1991 estaba en los entrenamientos con la selección para el Campeonato de Europa en Italia. Fui el capitán del equipo. En un momento, mi padrino Milenko Savovic y yo hemos comido con Dragan Kicanovic, el director del Partizan, que se nos quejaba de que “no tenía entrenador para la siguiente temporada”. Le respondí que: “Yo tengo a un entrenador para ti”. Me pregunto a quien me refería, a lo que le respondí: “a mi mismo”. Así se terminó la conversación, con una sonrisa de los tres. Dos semanas más tarde Kicanovic me llamó y me dijo que era urgente. Cuando llegue, desde la puerta me pregunto: “¿Quieres ser nuestro entrenador en el Partizan?” Me colocaron una condición muy difícil y era que tenía que terminar inmediatamente mi carrera como jugador. Me rompí la cabeza durante toda la noche, consulte con los amigos y decidí aceptar… Así empezó todo…

¿Ha sido difícil?
Sí y no. He trabajado en lo que deseaba desde siempre, conocía a los jugadores porque hasta ayer jugaba con ellos y ellos a mí, pero por el otro lado tenia mucha responsabilidad. Durante dos meses no dormí. Me preparaba los entrenamientos preocupado, por si algún jugador me pregunta algo y yo no tenía la respuesta adecuada. Los jugadores son difíciles y tienes que ser más listo y preparado que ellos.

¿Aquí te cruzas otra vez con profesor Nikolic?
Si, esto ha sido mi gran suerte, pero el trabaja solo por la tarde, mientras que yo tenía que hacer todo solo por la mañana y en los viajes. Aprendí mucho de él y esto lo voy a destacar siempre como un agradecimiento hasta final de mi vida.

¿En qué consistía su grandeza?
Hoy es fácil para los entrenadores llegar hasta la información, el internet nos lo permite a todos. Un DVD de cualquier partido se puede conseguir en poco tiempo. Antes hasta la información llegaba solo con la experiencia personal. Profesor Nicolic viajó a USA para aprender en las fuentes americanas. Prestó mucha atención a los detalles e insistía en numerosas repeticiones de ejercicios tácticos.

Una vez le dijo que hasta final de su vida iba a seguir aprendiendo de los jugadores geniales que siempre encuentran una forma diferente para que un movimiento se realice fuera del sistema. ¿Sigue creyendo en esto?
Sin lugar a duda. Yo aprendo de los jugadores. Aprendo de ellos y de otros entrenadores, no me da vergüenza copiar una solución si me parece bien para mi equipo.

El profesor Nicolic, también, decía que el entrenador, cuando llega a nuevo club, tiene que adaptarse a las características de los jugadores que tiene y no imponer lo suyo sin tener en cuenta lo que los jugadores (no) pueden hacer
Esto lo he aprendido de él. Cuando llegué al Juventud, enseguida entendí que no se podía  hacer todo como en Partizan. Otro país, otra cultura, otras costumbres… En España los jugadores en la comida beben un poco de vino o cerveza y no pasa nada. Aquí le castigarían inmediatamente. También, hasta mi llegada a España no me imaginaba la pre-temporada sin el trabajo en altura. Luego he aprendido que se puede realizar sin montaña. He visto los videos de los partidos de la temporada anterior y he entendido que con los mismos jugadores se puede aprovechar algo. ¿Por que cambiar a cualquier precio? Hay que adaptarse al entorno y condiciones. Solo un tonto no cambia nunca.
  
¿De qué se acuerda de sus primeros días como entrenador?
Durante toda la temporada 91/92 sólo perdimos dos partidos, uno en Rabotnicki y otro ante el  Bosna en Sarajevo. Tras el partido en “Skenderia” Mirza Delibasic me dijo que íbamos a ser campeones de Europa. Pensé: “Dios, Mirza no sabe lo que dice”. Se demostró que tenía razón. A lo mejor vió algo que yo en ese momento no ví. Fuimos campeones con el equipo más joven en la historia de Euroliga. Entonces Aca Nikolic me dijo que iba a ganar muchos más títulos. Yo pensaba para mí: “Esto ha pasado ahora y veremos cuantas veces más…” El profesor, para mi suerte, tuvo otra vez razón.

Siempre ha tenido estrellas en su equipo, desde Djordjevic y Danilovic en Partizan, pasando por Villacampa y Thompson en Juventud, Sabonis y Arlauckas en Real Madrid, hasta Bodiroga y Diamantidis en Panatinaikos. ¿Cuánta importancia tiene para el entrenador tener a los extra-jugadores en la cancha?
Mucha, pero la grandeza de los extra-jugadores es que tienen la capacidad de jugar para todo el equipo y que siempre van hacer lo mejor para todo el grupo. Ellos no se imponen con el nombre, sino con la autoridad del conocimiento y trabajo. Ninguna de mis estrellas ha tenido privilegios, y tampoco me los han pedido.

Djordjevic y Bodiroga durante la Final Four en Barcelona han comentado que son independientes uno del otro, ¿es que usted juega ajedrez con los contrarios?
A lo mejor tiene razón, existen ciertos parecidos, pero en el ajedrez mueves tú solo tus fichas, mientras en el baloncesto tus movimientos los ejecutan los jugadores. Por eso digo que los jugadores son tan importantes.  Con ellos dos me fue fácil. Fue suficiente una mirada para que nos entendiéramos y siempre voy a ser muy agradecido por lo que ellos han hecho para mí.

¿Y los entrenadores? ¿Como es esta famosa escuela yugoslava o serbia de baloncesto sobre cuales se habla durante decenios en Europa?
Esto no es una escuela con libros, no puedes comprar un libro y aprender el trabajo del entrenador. Nuestros entrenadores han aprendido unos de otros. Nosotros somos una nación con talento para el baloncesto y deportes colectivos, pero nuestra fuerza viene desde la creatividad. Recuerdo siempre las palabras de Kresimir Cosic que decía: “No matéis a vuestros jugadores, dejarlos que jueguen”. Nuestro baloncesto siempre se ha caracterizado por buen tiro y buen manejo del balón. Los entrenadores se han perfeccionado con el tiempo y con su creatividad han aportado en la consecuencia de los éxitos con sus equipos.

¿Y dónde está aquí la defensa? Profesor Nikolic decía que para que un equipo meta la canasta, primero tiene que conseguir el balón, y esto se consigue con la defensa...
Esta viene más tarde, porque nadie sale al campo de baloncesto para colocarse en la posición defensiva, ya que no es algo natural. ¿Qué haces con el balón? Intentas anotar, hacer una entrada, una finta, un movimiento. Esto el ataque. La defensa se aprende, igual que los demás elementos.

¿Se dice que una de las diferencias básicas cuando se trata de nuestros jugadores en relación con los demás es en el trabajo individual?
Supongo que puede ser la verdad. Desde el primer día de mi trabajo como entrenador insisto en el trabajo individual. Hoy mismo desde los primeros 3-4 entrenamientos empiezo con el trabajo individual. No conozco un gran jugador, que haya conseguido esto solo trabajando con el equipo. Además, para el trabajo individual no hace falta el entrenador, sino la voluntad y alguien para devolver los balones tras el tiro o puede ser un par de amigos para trabajar dos contra dos. El trabajo individual es muy importante en pretemporada. ¿Alguien piensa que el triple de Sasha Djordjevic en Estambul ha caído del cielo? Claro que no, el ha trabajado mucho solo, en los entrenamientos hemos repetido miles de veces como se corre el contraataque, las paradas, el tiro en suspensión…
  
¿Cree en la mentalidad de una nación? En Europa se piensa que nuestros jugadores son mejores porque tienen una mentalidad mejor.
No creo en esto. No existe una mentalidad ganadora colectiva, no existen las naciones superiores. Todo es individual y es la cuestión de trabajo. He entrenado a los jugadores de todas las naciones y no acepto que uno es mejor por ser serbio, lituano o cualquier otra nación. La calidad se determina por el trabajo, talento, la química del grupo.

¿Qué importancia tiene en la vida la valentía y disponibilidad de asumir los riesgos? Ha tenido algunas decisiones muy difíciles en su vida y todas se han mostrado como justificadas. ¿Cómo una persona puede saber qué decisión es adecuada?

Una pregunta difícil… Esto es, supongo, un sexto sentido, algo que una persona lleva por dentro. He arriesgado, pero no mucho, cuando de Borac me he ido a Partizan, pero sabía que si quería avanzar como jugador, lo tenía que hacer. Aun más he arriesgado cuando he aceptado la oferta para ser entrenador, pero he comprendido que Partizan me ofrece la posibilidad que nunca más se va a volver a repetir. Cuando ganamos triplete, yo era el único que me quedé sin premio, pero no he protestado, porque tenía lo suficiente y me importaba mucho más trabajar y aprender. Como campeón de Europa siempre he recibido muy buenas ofertas, pero he descartado otras, porque prefería quedarme un año con el profesor Nikolic y seguir aprendiendo. Cuando en el 1993 me ha llamado Juventud, todavía tenia las dudas, pero Kicanovic, Savovic y el mismo profesor Nikolic me han dicho que tenía que aceptar, porque era una gran ocasión para avanzar. El hombre tiene que estar dispuesto a un riesgo constante, pero tiene que confiar en uno mismo. Y, por encima de todo, tiene que seguir aprendiendo siempre.

Cuando menciona aprendizaje, recuerdo que en el 1993 no hablaba ningún idioma. Hoy mismo habla muy bien al español, italiano e ingles. ¿Cómo ha aprendido los idiomas?
Aquí he sido autosuficiente… Cuando llegue a Badalona, he tenido siete días a un profesor, pero no podía estudiar en una habitación. Las siguientes clases hemos tenido en un bar, con la cerveza y tapas, con la gente normal. He podido escuchar y coger las palabras en vuelo. Así ha sido con todos los idiomas.

¿Y qué ha pasado con el griego, que tras 12 años en Atenas no lo habla?
Es una decisión consciente. En Atenas salen 14 periódicos deportivos y probablemente me volvería loco si me entero lo que escriben. Así estoy protegido por completo, lo que escriben los periódicos no me llega en absoluto. Entiendo mucho, algo puedo decir, pero no tengo la necesidad. Aquí todos hablan ingles y mi ayudante Dimitris ha sido nuestro estudiante y habla perfectamente el serbio.

Una pregunta indiscreta. ¿Por qué vive solo en Atenas, estando su mujer Vesta, su hija Aña y su hijo Djordje en Belgrado?
Es una decisión estratégica. Aña se ha venido con nosotros desde Badalona y Madrid, pasando por Treviso hasta Atenas, ha tenido que estudiar en Roma y Londres y deseaba volver a Belgrado. Alguna vez me ha llamado para preguntarme como se dice algo en “nuestro idioma”. Para evitar esto, Djordje va al colegio en Belgrado, pero nos vemos mucho, me visitan ellos o yo voy a Belgrado. Ahora, mientras hablamos, Aña está aquí. La familia es muy importante para mí, he tenido su apoyo en todas las decisiones difíciles y en todos los momentos duros. Y hemos tenido muchos.

¿Djordje tiene talento de baloncesto?
No lo sé si tiene talento, pero se sabe todos los jugadores de Euroliga y muchos de la NBA. Tiene 12 años y tenemos serias discusiones sobre el baloncesto. No le voy a presionar nunca, que vaya por su camino y haga lo que desee, pero es evidente que el baloncesto le interesa mucho.
  
Volvemos al baloncesto. ¿Cómo se llevan los fracasos?
Como la parte de este trabajo al cual me dedico y donde no es posible ganar siempre. Con los años y la experiencia esto se lleva cada vez más fácil. Cuando empecé con Partizan, tras la derrota no salía a la calle, porque tenía vergüenza. Pensaba que me miraba todo el mundo. Luego he entendido, muy despacio, de que es una tontería y que hay que vivir con las derrotas.

Ha pasado muchos años del fracaso con la selección en 2004 y 2005. ¿Cómo los ve desde esta distancia?
No entiendo porque los periodistas me preguntan solo por los fracasos. No es nada conflictivo, teníamos el equipo para ganar una medalla y hemos terminado como hemos terminado, sobre lo que he hablado en su momento y no quiero decir más, pero me pregunto ¿que si me merezco que la gente solo recuerde estos dos fracasos?
  
¿Qué equipo es el que consideráis más fuerte de los que habéis entrenado?
Sin competencia, el de la Olimpiada en Atlanta en 1996. Ha sido un casi idéntico al equipo que un año antes se proclamó (tras tres años de sanciones, en la vuelta a la competición internacional) campeón de Europa en Atenas. En la final contra USA hemos jugado 30 minutos excelentes, hasta la salida de Divac por cinco faltas y sin ayuda de Savic que estaba lesionado, tras la lesión contra Lituania en las semifinales. Nos ha sorprendido David Robinson, que ha jugador muy bien, mientras que Shaq, para quien nos hemos preparado tácticamente, ha pasado muy poco tiempo en la pista.

¿Quién son las personas más importantes en su vida?
Mis padres y familia. En el plano de baloncesto siempre voy a destacar al profesor Nikolic, luego Dragan Kicanovic, Duda Ivkovic, Milenko Savovic y Vlada Androic. Con estos tres nos une una gran y cercana amistad. Y hoy mismo, cuanto tengo una duda importante, lo consulto con Androic con quien antes compartía la habitación mientras jugábamos en Borac y hacíamos grandes planes.

Muchas veces habéis dicho que hay que disfrutar en la vida. En Barcelona habéis puesto a prueba a los periodistas que no han entendido el mensaje de una canción española: “Solo se vive una vez”.
Esta es mi filosofía, en la vida hay que disfrutar usando cada momento para disfrutar. Yo disfruto con mi familia, con los amigos, cuando jugamos las cartas o juego a la oca, en la playa, en el restaurante, en cualquier lugar donde me encuentro cómodo. Cuando haces tu trabajo, esto te crea una gran satisfacción, como en mi caso, es todo más fácil y bonito. Por eso digo que hay que disfrutar en cada momento, porque se “vive solo una vez”.

En Atenas llevas 12 años. ¿Hasta cuando le podemos considerar un Alex Ferguson en el baloncesto?
En este trabajo no se pueden realizar los planes a largo plazo. Cuando he venido a Badalona, pensaba que me iba a quedar mucho tiempo y me he ido tras un año. Cuando he venido a Atenas, pensaba que no me iba a quedar mucho, y llevo 12 años. La importancia de sentirse bien en un sitio, en sentir la satisfacción con su trabajo, entorno, personas, la ciudad, clima… Con los hermanos Yanacopulos, los dueños del club, tengo muy buena relación, que ya es familiar, la palabra vale más que un contrato. Formalmente, tengo un contrato por una temporada más y de verdad no pienso si voy a cambiar, aunque los periódicos me mudan de un lugar al otro.
  
¿Siente el cansancio?
Ni hablar. Cuando hemos vuelto de Barcelona, les he concedido dos días de descanso a los jugadores aunque deseaba volver a los entrenamientos. En verano, cuando tengo las vacaciones, el segundo día me pregunto que voy hacer conmigo mismo y empiezo hablar con alguien de baloncesto. Me gusta mi trabajo, me encanta trabajar con los jugadores, hasta me relaja y mientras pueda no voy a pensar en las pausas en el trabajo o en una jubilación.



Entrevista realizada por Vladimir Stankovic


No hay comentarios:

Publicar un comentario