Tras el Mundial de baloncesto en Turquía, donde hemos podido oír muchas veces la explicación de que un equipo ha perdido o le han remontado por falta de concentración ó por caída de la concentración, ha tenido fallos garrafales. Creo oportuno comentar el uso del término de CONCENTRACIÓN.
¿Es un elemento que se entrena o viene innato con cada jugador? ¿Como entrenamos la concentración? Veamos, desde el punto de vista de un entrenador de formación que es y como podemos explicar el término “CONCENTRACIÓN”. Agradezco la colaboración inestimable de Profesor Daniel Pintor para la creación del artículo.
Para muchos expertos en el mundo del baloncesto, los elementos individuales ó generales que valoramos en un jugador, que son innatos o conseguidos en el proceso de formación, son:
I. Fuerza de voluntad
II. Auto confianza
III. Valentía
Estos factores son universales, tanto si se trata de un jugador en las categorías de formación como en las categorías de rendimiento.
Hay que tener claro que el baloncesto es un deporte de alta exigencia física y psíquica. Las necesidades del juego y la complejidad de las situaciones en las que se desarrolla, nos obliga a una adaptación constante en las exigencias momentáneas.
Para poder ver e interpretar estas situaciones, tenemos que estar atentos y concentrados. Cuanto más alto es el nivel de concentración, más alto es el nivel de juego que podemos alcanzar en la competición. La velocidad del juego en el baloncesto moderno, nos obliga a rápidas y continuas transformaciones en nuestra atención y una comunicación constante, porque como bien sabemos, se trata de un deporte que combina unas características colectivas con grandes dosis del individualismo.
En la historia del baloncesto se puede comprobar la importancia de las cualidades psicológicas, que en alto rendimiento tiene tanta importancia como las cualidades físicas. Entre ellas está la capacidad de concentración, que es una en la que podemos influir con el proceso de entrenamiento. Con un programa a largo plazo, muy bien estructurado y ejecutado, se puede conseguir un desarrollo focalizando la atención. El jugador se concentra en lo que hace y se aísla por completo del entorno. Durante el juego, solo tiene que percibir y procesar datos relevantes para su juego y el de de su equipo, con el cumplimiento de sus tareas.
Muchos errores se deben a fallos en la atención, unas veces por la actuación de los contrarios o el público y otras por los árbitros o medios de difusión. Esto se puede comprobar por la falta de confianza en el éxito final, bien porque deciden no finalizar una acción que ya han iniciado o bien porque no seleccionan con claridad las acciones técnico-tácticas.
No es nada fácil concentrarse durante un partido o durante un entrenamiento. El jugador recibe muchos estímulos, los jugadores tienen que prestar atención a múltiples detalles en las complejas estructuras. Las exigencias son muchas y variadas, por tanto se impone la necesidad de una adecuada comunicación y compresión en las dos direcciones.
La relación de los elementos generales y específicos en una situación concreta nos obliga a combinar dos procesos:
1. La FOCALIZACIÓN, antes de actuar;
2. La RELAJACIÓN, tras la acción.
En cambio, otros autores mencionan la división en dos campos:
1. La POLARIZACIÓN de la atención amplia.
2. LA POLARIZACIÓN de la atención estrecha.
La POLARIZACIÓN de la atención amplia puede ser la defensa delante de un atacante con balón. Cuando se inicia la acción de bote, nosotros le seguimos con una concentración focalizada durante esta acción. Pero, durante un partido, hay que estar atento a muchas más cosas: los bloqueos, desmarques, cruces, pantallas, posibles líneas de pase, presión del balón, presión en caso de finalizar el bote, tanteo, tiempo total, tiempo de ataque, etc.
La POLARIZACIÓN de atención estrecha es una transición cuando el jugador inicia la acción de tiro. Esta acción es un detalle en la acción que se realiza, no hay posibilidad de que haya otro elemento o las otras acciones no tienen importancia delante de la prioridad de la mencionada acción de tiro. El defensor se centra en el detalle del tiro y en su reacción.
La transición de una fase a la otra, representa una capacidad adquirida en un largo proceso de entrenamiento y competición. Esta transición tiene que ser automática y espontanea. Se puede mejorar mucho con una buena técnica de entrenamiento.
Vamos a realizar un experimento (inédito) relacionado con la concentración. Con dos equipos de categoría junior se ha realizado un experimento sobre mejoría de concentración, donde un grupo ha sido experimental y el otro grupo del control. El experimento ha consistido en una comunicación previa-teórica sobre el proceso de corrección acompañado por la insistencia en la importancia y la necesidad de la focalización (para los dos grupos). Los ejercicios han sido comunicados con su nombre. Los entrenadores han sido obligados constantemente a insistir en la concentración, repitiendo y buscando ejercicios con tareas que obligaban al jugador a participar y pensar en su ejecución. La selección de los ejercicios se ha visto reforzados por los entrenamientos situacionales, donde se exigía poner en marcha determinados conceptos aprendidos. Se ha comprobado que el grupo experimental ha mejorado 41,6%, mientras que el grupo de control ha mejorado 28,3%.
Las conclusiones del experimento han sido por tanto:
· La CONCENTRACIÓN es un proceso individualizado;
· la buena ejecución depende de la CONCENTRACIÓN.
· Hay que insistir constantemente, durante la comunicación, sobre la concentración.
La CONCENTRACIÓN mejora el nivel del jugador, tanto en el plano individual, como grupal.
· El jugador puede llegar a crear sus procesos de auto focalización, gracias al alto nivel de CONCENTRACIÓN. Solo hace falta una continuidad en la práctica.
En el proceso de entrenamiento hay que tener presentes las siguientes pautas para mejorar la concentración:
1. CONCENTRACIÓN en la ejecución / la realización.
2. Hay que elegir el momento oportuno / adecuado para la acción.
3. Tener en cuenta el principio arriba – abajo – arriba (me concentro y soy intenso, relajo, recupero y vuelvo a la carga)
4. Se produce desequilibrio (crear con el movimiento y una acción adecuada la perdida de equilibrio físico o de control del juego, aparición de desventajas, etc.)
5. Debemos buscar la máxima eficacia.
6. Debemos observar al contrario y jugar en función de su juego, la previsión de sus intenciones y elegir una acción que reste efecto a su actuación.
7. La diversión en la competición, la participación activa, el aprendizaje y el perfeccionamiento, son el incremento del nivel de satisfacción como la base del proceso de entrenamiento, que ayuda para que suba el nivel de concentración.
En el proceso de competición, usamos las siguientes pautas:
1. La creación de rutinas individuales y colectivas.
2. La activación y concentración en el trabajo, en el cumplimiento de las tareas y el control emocional.
3. El reconocimiento rápido de las situaciones, su interpretación y previsión, elección de las acciones y su realización. Por último, al finalizar la acción, debemos hacer el adecuado análisis, sin miedo a recibir comentarios o críticas constructivas.
4. Debemos sorprender al jugador con salidas de rutina en el entrenamiento, que nos ayuda a competir mejor, como por ejemplo el espacio donde desarrollar y trabajar de la mejor manera la concentración.
Dentro del proceso de entrenamientos tenemos que incluir competiciones propias, individuales o colectivas. Un ejemplo claro de como organizar las fases de partidos, podemos encontrarlo en las siguientes combinaciones de ejercicios situacionales:
A) Defensa posicional – transición en ataque.
B) Defensa en transición – ataque en transición o posicional.
C) Ataque en transición – transición defensiva.
D) Ataque posicional – transición defensiva.
Un ejemplo en la progresión de los ejercicios:
· ESTRELLA DE PASES.
· Se inicia el ejercicio con un balón, se añade otro y se termina con tres balones, trabajando la alta coordinación colectiva.
· Se añade el movimiento dirigido, donde el jugador sigue el balón o va en dirección contraria.
· Se aplica cambio de sentido, a la señal del entrenador o cuando se llegue a un determinado número de pases.
· El entrenador o un jugador pueden correr alrededor del grupo que realiza la estrella y a la señal, se le pasa el balón. Al principio, el pase es de ida y vuelta (al mismo jugador), pero luego se puede cambiar el jugador que trabaja la recepción. De esta manera obligamos a todos los jugadores a estar mucho más atentos y concentrados.
· Se incorpora la orientación espacial (con movimientos libres en un espacio limitado), donde el jugador tiene que estar atento a un espacio (no puede estar más de 3 segundos dentro de la zona, no se puede alejar más de 5 pasos del jugador de quien recibe, no puede cortar las líneas de pase de los demás compañeros).
· Primero mantenemos el orden de pases, como cuando estábamos pasando en círculo, para luego dejar libre elección a los jugadores (cuando se pasa con 3 y 4 balones).
· OPOSICIÓN EN LOS PASES.
El siguiente ejercicio se puede trabajar como independiente o integrado con los demás ejercicios ya explicados. Las líneas de movimiento se pueden cambiar y/o adaptar a las necesidades de espacio y número de jugadores. Si la defensa recupera el balón, se cambia entre la pareja que pasa y la que defiende.
No olvidar nunca la necesidad de repetir constantemente y recordar a los jugadores la obligación de estar atentos y concentrados en cada momento.
Todos los ejercicios nos valen, siempre y cuando, consigamos una constante corrección y una amplia participación de los jugadores en su ejecución.
Sasha Stratijev
2010
buen aporte muchas gracias me sirvió mucho
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