LA PIRÁMIDE DEL ÉXITO ( II)
LA PRIMERA PIEDRA
LABORIOSIDAD
En 1934 comencé poniendo dos puntales muy importantes y poderosos, y hoy los volvería a colocar porque sin ellos no es posible el éxito. Ellos son los bloques más importantes y esenciales en la Pirámide: Laboriosidad y Entusiasmo.
Laboriosidad, puesto en palabras sencillas, quiere decir que uno tiene que trabajar y trabajar duro. No hay substituto para el trabajo. Todas las cosas que valen la pena requieren trabajo y esfuerzo. Retoa quien sea a que me muestre a alguien que haya logrado grandeza sin trabajar fuertemente para lograrla.
Michael Jordan? Mucho más importante que sus habilidades físicas es la forma como ha trabajado incansablemente para vencer sus debilidades. Carl Ripken, Jr.? Igual, y así cualquiera que deseen mencionar que haya logrado éxito personal y grandeza competitiva. Ejecutivos de negocio, médicos, sacerdotes, deportistas, todos ellos comparten una característica común: no solo trabajan con ahínco, sino que disfrutan de hacerlo.
Aunque el trabajo duro es esencial, sólo nosotros sabemos si le estamos poniendo todo lo que debemos. Aquellos que siempre están tratando de buscarle la vuelta nunca lograrán ni siquiera acercarse a tomar conciencia cabal de todo su potencial.
Así que escogí el trabajo como el primer bloque de la Pirámide del éxito. Lo llamo Laboriosidad porque quiero dar el mensaje que es algo más que hacer acto de presencia y simular el trabajo. Mucha gente que le cuenta que ha trabajado muy duro durante todo el día en realidad no lo ha hecho, no al máximo de su potencial.
El trabajo laborioso es la forma más consciente, asidua e inspiradora de trabajar. Es, aparte del deseo, el apetito por trabajar; trabajar duramente es un ingrediente fundamental del éxito. Sin él, no hay donde construir. Ud. puede trabajar sin ser laborioso, pero Ud. no puede ser laborioso sin trabajar.
El SEGUNDO BLOQUE
ENTUSIASMO
En el otro extremo de la fundación de la Pirámide está mi segundo puntal: el entusiasmo. Entusiasmo significa que a uno le debe gustar lo que hace; nuestro corazón debe estar en ello. Sin entusiasmo no es posible trabajar al máximo de nuestras habilidades.
Esto es cierto en cualquier profesión. Para esa gente que se vive quejando, reclamando lo duro que es su trabajo, el fastidio de trabajar con muchachos, con subalternos; que vive dándose cabezazos contra la pared, es preciso parar de quejarse, reclamar o criticar; simplemente váyase. A lo mejor no puede irse hoy mismo, pero esté claro que eventualmente tendrá que irse, porque si no le gusta lo que hace, es casi imposible crear entusiasmo por ello.
El entusiasmo es esencial para desempeñarse con laboriosidad. El entusiasmo es la brasa que enciende el trabajo normal y lo transforma en trabajo laborioso.
El entusiasmo se les pega a quienes trabajan con Ud., a todo el que se le acerca. Tener entusiasmo es esencial, especialmente si Ud. es un líder, o si espera transformarse en uno.
El Liderazgo exige entusiasmo. La gente en posiciones de liderazgo tiene muchas responsabilidades. Ellos deben influenciar de manera positiva a aquellos bajo su supervisión. Deben estar interesados en buscar la mejor forma en lugar de hacer las cosas a su modo. Los líderes deben asegurarse que aquellos bajo su supervisión comprenden que ellos están trabajando con el líder, no para el líder. Lo más importante es que el líder debe generar entusiasmo si espera extraer lo mejor de sí mismos y de las personas bajo su tutela. Indiferentemente de si Ud. está liderizando como profesor, como entrenador, como padre, como gerente o como miembro de un equipo, Ud. debe cultivar el entusiasmo. Sin él Ud. no podrá ser laborioso hasta el nivel máximo de sus habilidades. Con él, Ud. estimula a otros para alcanzar ese nivel superior de desempeño.
Así que a ambos extremos de la Pirámide están los dos puntales: Laboriosidad y Entusiasmo. Ud. debe tener la voluntad de trabajar duro y en forma entusiasta. Separados, ambos son fuertes por naturaleza. Juntos, se transforman en una fuerza de poder ilimitado. Ud. necesita esas fuerza dentro de sí; y si Ud. es un líder, pronto inspirará esas cualidades en otros a través de su ejemplo.
JOHN WOODEN
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